Gran Hermano anuló la salvación de Juan Pablo, que redefinía la placa de nominados, debido a una sanción por «desobediencia»
En una noche llena de tensiones y debates, la decisión de Juan Pablo de Vigili, líder de la semana en la casa de Gran Hermano, fue anulada por incumplir las reglas del juego. La salvación que buscaba realizar quedó invalidada tras la sanción a Juan Pablo por lo que el programa calificó como «desobediencia», dejando a la placa final con nueve nominados definitivos.
Juan Pablo tenía la tarea aparentemente sencilla de salvar a un compañero de la placa de nominados. Sin embargo, sus acciones lo llevaron a perder esta potestad. Pese a las advertencias de sus compañeros, Nano y Chiara Mancuso, el correntino habló más de lo permitido sobre su estrategia, lo que resultó en la intervención de Gran Hermano.
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La expectativa en la casa era que eligiera salvar a Giuliano Vaschetto, tanto por afinidad como en reconocimiento a un gesto previo del santafesino. Sin embargo, los planes se truncaron cuando Gran Hermano anuló su decisión, dejando a la placa conformada por los jugadores: Sandra Priore, Brian Alberto, Lourdes Ciccarone, Martina Pereyra, Sebastián Bello, Giuliano Vaschetto, Luciana Martínez, y las jugadoras agregadas por Santiago Algorta tras atender el teléfono rojo: Sofía Buscio y Chiara Mancuso.
Tensión y debates en la casa
La situación desató una serie de discusiones entre los participantes. Sofía Buscio, una de las jugadoras afectadas, acusó un complot en su contra, lo que se refutó con firmeza por Luciana Martínez, quien le respondió: “Seguí corriendo por toda la casa”. Las tensiones subieron aún más cuando Ulises Apóstolo criticó duramente a Santiago Algorta, conocido como Tato, mientras que Claudio Di Lorenzo salió a defenderlo, agregando un mensaje contundente: “Argentina y Uruguay deben analizar los valores a la hora de votar”.
En medio del caos, la voz de Gran Hermano resonó por los altavoces de la casa, dejando clara su postura: “No sé si son desobedientes a propósito o si cometen errores por distraídos”. Este comentario marcó un punto final a la discusión y confirmó la anulación de la decisión de Juan Pablo.
La reacción de Juan Pablo
El correntino, visiblemente molesto, se dirigió al confesionario para expresar su indignación. Sin embargo, la noche no terminó allí. Santiago del Moro, conductor del programa, apareció por última vez para aclarar que la placa, finalmente, sería de voto positivo, es decir, a favor de los jugadores que los participantes quieren que permanezcan en la casa.
Este episodio reavivó las discusiones sobre estrategias, alianzas y valores en el juego, dejando en evidencia que cada movimiento dentro de Gran Hermano puede tener consecuencias inesperadas.