18 de diciembre se celebra el Día del Murguero, una fecha de homenaje, expresión y también de resistencia
Cada 18 de diciembre se celebra el Día del Murguero, una jornada que honra a la murga como una expresión cultural y artística profundamente arraigada en la identidad popular. Música, baile y teatro convergen en esta manifestación que lleva décadas llenando de alegría y reflexión las calles, los festivales y los carnavales de distintas regiones del país.
La murga es mucho más que un espectáculo. Es un vehículo para narrar las problemáticas sociales, un espacio de unión y un acto de resistencia que mantiene viva la voz de los barrios y las comunidades.
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Origen de este día
El origen de esta fecha tiene raíces trágicas. Fue un 18 de diciembre de 1999, durante un festival callejero en Mendoza, cuando tres murgueros locales –Pablo, Gamuza y Cofia– perdieron la vida tras ser atropellados por un automóvil. Según testimonios de la época, el conductor tenía conexiones con sectores de poder, lo que generó indignación al interpretarse como un símbolo de impunidad. La tragedia dejó una huella imborrable en el colectivo murguero y marcó un punto de inflexión en su lucha por los derechos culturales y el acceso al espacio público.
A pesar de los desafíos, las murgas siguen presentes en las calles, narrando historias de sus barrios y dando vida a sus comunidades. Sin embargo, enfrentan nuevas formas de represión: restricciones a los corsos, ensayos y fiestas populares; cierre de plazas y centros culturales; y crecientes quejas por “ruidos molestos” que limitan sus espacios de expresión.
A través de su arte, los murgueros denuncian estas acciones como intentos de silenciar a quienes buscan visibilizar las luchas y realidades sociales. “Podrán matarnos, pero jamás callarnos” es el grito que resuena cada 18 de diciembre, recordando que la murga no solo es una tradición festiva, sino también un acto de resistencia y una forma de construcción colectiva.
Este día no solo celebra la alegría de la murga, sino también su capacidad para mantenerse de pie frente a las adversidades, llevando a las calles su mensaje de esperanza, unión y lucha.
