Durante el juicio «Brigadas», cuatro militares imputados por delitos de lesa humanidad en centros clandestinos de la última dictadura niegan su vinculación con homicidios, abusos sexuales y secuestros, destacando la falta de pruebas en su contra.
En el marco del juicio «Brigadas» llevado a cabo por el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata, cuatro militares imputados por delitos de lesa humanidad negaron su participación en 11 homicidios, 17 abusos sexuales, 20 privaciones ilegítimas de la libertad y la sustracción de Daniel Santucho Navajas, el nieto recuperado 133.
El juicio, que comenzó en octubre de 2020, se centra en los excentros clandestinos de las brigadas policiales de Quilmes, Banfield, Lanús y San Justo durante la última dictadura cívico-militar. La Unidad Fiscal Federal de La Plata, junto con las querellas, había solicitado ampliar las imputaciones para 12 de los 13 represores juzgados por el TOF1, quienes fueron indagados recientemente.
En sus declaraciones, los imputados, entre ellos Alberto Julio Candioti, Roberto Balmaceda, Luis Horacio Castillo, y Juan Miguel Wolk, negaron haber estado en las dependencias en las fechas imputadas y desconocieron a las víctimas. Destacaron la falta de pruebas en su contra y subrayaron la ausencia de órdenes para cometer los crímenes imputados.
Candioti detalló su servicio en el Destacamento de Inteligencia 101, negando su participación en los hechos imputados. Por su parte, Juan Miguel Wolk insistió en su trabajo en delitos contra la propiedad y nunca en organismos contra personas subversivas.
Roberto Balmaceda afirmó no haber participado en los hechos, no conocer a las personas mencionadas y no recibir órdenes para cometer actos ilegales. Luis Horacio Castillo destacó su legajo intachable y desestimó las imputaciones formuladas por el fiscal.
Tras estas indagatorias, Carlos Fontana y el exministro Jaime Lamont Smart expresaron su deseo de ampliar su indagatoria, reiterando su desconocimiento de los hechos imputados. El juicio continuará evaluando las declaraciones de los represores y las pruebas presentadas en el caso «Brigadas».