Se sacó una foto en la Muralla China con la camiseta de Temperley
Un verdadero orgullo lomense que deja a la región en lo más alto del podio a nivel internacional. Desde el fondo del conurbano, desde Villa Fiorito y siendo hincha de Temperley, Elías Chaihort conquistó el tercer puesto en el Mundial de Wushu Kung Fu de China. Desde Lomas Conectado, nos comunicamos con él y nos contó toda su experiencia.
«Antes que nada quiero pedirles un favor. Necesito que esto que les digo, esté en la nota» comenzó diciendo y añadió: «Estoy agradecido de por vida con todas las personas que me ayudaron a viajar».

UNA INFANCIA MARCADA POR EL KUNG FU
Elías, desde muy chiquito miraba películas y series de artes marciales. Siempre le interesó el Kung Fu. A sus 10 años, comenzó el camino de las artes marciales. «Iba a los torneos abiertos y me encantaban las técnicas, las formas, todo me llamaba mucho la atención» contó.
Lo que era un pasatiempo se fue convirtiendo en pasión. Bien lo detalló en la entrevista: «Una vez que lo empecé a entrenar me ganó por completo. Ahí realmente conocí lo que es el Kung Fu en persona. Tengo un profesor excelente ,Carlos Díaz quién es presidente de la Federación Argentina de Wushu Kung Fu. Entrenar con él es pasión pura».

«Hacer artes marciales es superarse como persona. En el trabajo , en el estudio, familia, amigos. La palabra KUNG FU significa persona que se supera. Ser mejor persona siempre, ese es el objetivo. Es lo que me enseñó Carlos Díaz y es lo que trato de transmitirlo a mis alumnos» detalló.
EL VIAJE A CHINA
Estábamos entrenando en el Parque de Lomas. Ahí mi maestro Carlos contó que él iba a viajar a China y un segundo después, dijo que yo iba a viajar con él. Me sorprendió por completo. No obstante, a pesar de la pasión, el costo económico trazaba una brecha difícil de sortear. «Siendo sincero, yo pensaba que no iba a poder viajar» contó.
Fueron sus mismos alumnos los que se pusieron a juntar fondos mediante rifas, partidos de fútbol y un montón de cosas más. «Sin ellos yo no podría haber viajado. Mi maestro me pagó el hotel. El municipio nos brindó el lugar para entrenar. Recibí ayuda de todos lados».
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Por último Elías sentenció: «Haber ido a China ya es un montón. Para mi la cultura oriental es un mundo aparte. Tienen miles de años de historia de artes marciales. Con haber viajado ya me sentía ganador. Quedé paralizado cuando me enteré que quedé tercero. Fue algo increíble y soñado. Estoy feliz y aún lo sigo procesando».