Así lo resolvió el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Lomas
La justicia sentenció a ocho años de cárcel a Adriana Luzuriaga, la mujer de Temperley mató a su novio y lo ocultó dentro de un tanque de agua en desuso. Durante las primeras horas posteriores al crimen, intentó desviar la investigación al denunciar que ambos habían sido víctimas de un asalto.
EL MACABRO CRIMEN
El hecho ocurrió en una vivienda ubicada sobre la calle Luis Sáenz Peña al 2100. En un comienzo, la acusada afirmó ante la Policía que un grupo de delincuentes encapuchados había irrumpido en la casa durante la madrugada y atacado a su pareja, Juan Mangoni, cuando intentó resistirse. Sin embargo, las pruebas recolectadas rápidamente contradijeron su relato.
Los peritos notaron que no había signos de violencia en las puertas ni ventanas, y que la alarma del hogar había sido desactivada antes del supuesto ingreso de los asaltantes. Además, los investigadores consideraron físicamente improbable que la mujer hubiera trasladado sola el cuerpo hasta el tanque de agua, tal como había declarado.

Durante los peritajes, la Policía Científica halló rastros de sangre bajo los muebles del living, lo que reveló que el crimen había ocurrido en ese ambiente y que la mujer intentó limpiar la escena.
INCONSISTENCIAS EN EL RELATO: CÁRCEL
Con el avance de la investigación, la mujer fue modificando su versión: redujo el número de agresores, cambió los detalles del ataque y afirmó que los supuestos ladrones ingresaron por el fondo de la propiedad. Las autoridades descartaron esta hipótesis debido a la altura de los muros.

Otro indicio que terminó de derrumbar su coartada fue el hallazgo de los teléfonos celulares de la víctima y de la propia imputada dentro del inodoro, a pesar de que había declarado que los ladrones se los habían llevado. En el baño también se encontraron una computadora y una notebook bajo la ducha abierta, lo que reforzó la sospecha de que intentó destruir evidencias digitales.
Con los resultados del luminol, que detectaron restos de sangre en distintos sectores de la casa, la hipótesis de un robo quedó descartada. La fiscal Marcela Juan, de la UFI N°16 de Lomas de Zamora, ordenó su detención y posterior imputación por homicidio.
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Durante el proceso judicial, la mujer admitió haber cometido el crimen y aceptó un juicio abreviado. El Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Lomas de Zamora homologó el acuerdo y la condenó a ocho años de prisión por homicidio simple, una calificación más leve que la figura inicial de homicidio agravado por el vínculo.