Evidencias genéticas confirma compatibilidad con el sospechoso fallecido en el caso del femicidio de Jimena Salas en Salta
Los peritos del Servicio de Biología Molecular del Cuerpo de Investigaciones Fiscales de Salta brindaron su testimonio en el juicio por el femicidio de Jimena Salas, quien fue asesinada en enero de 2017 en la localidad de Vaqueros. Durante la audiencia, se confirmó que un rastro genético hallado en la escena del crimen coincide con el ADN del imputado fallecido Javier Saavedra.
La responsable del área detalló que en el lugar del hecho se recolectaron manchas hemáticas y muestras epiteliales. Tras su análisis, se identificaron dos perfiles genéticos masculinos que coinciden entre sí y siguen una línea patrilineal.
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La evidencia fue sometida a análisis en bancos de datos genéticos de distintas provincias, incluyendo Jujuy, Córdoba, La Pampa, Mendoza y Buenos Aires. Esta tarea arrojó resultados que confirmaron 15 muestras biológicas correspondientes a Javier Saavedra, identificado como «hombre 1».
Por otro lado, del perfil genético correspondiente al «hombre 2» se obtuvo una muestra pura y varias mezcladas, lo que facilitó los análisis adicionales. «Los cotejos realizados permitieron concluir que el perfil genético de uno de los acusados coincide con el perfil genético inicial, identificado como hombre 1, mientras que el perfil de hombre 2 pertenece a otro individuo familiar por parte de padre», destacó la perito, información que fue corroborada por la defensa en cuanto a procedimientos y conclusiones, según el sitio oficial del Ministerio Público Fiscal de Salta.
Contexto del femicidio
El asesinato de Jimena Salas se produjo el 27 de enero de 2017, cuando fue apuñalada 57 veces. Su cuerpo fue descubierto por su esposo, Nicolás Cajal Gauffín, quien fue juzgado en 2021 por el delito de encubrimiento, aunque finalmente fue absuelto por falta de pruebas.

A pesar de que el caso parecía destinado a quedar sin resolver, nuevas líneas de investigación posteriormente llevaron a la implicación de los hermanos Saavedra. El análisis genético de ADN se convirtió en la prueba más relevante que incriminó al principal acusado, indicando un “match positivo” con uno de los perfiles encontrados en la escena del crimen.
La causa se caratula como homicidio agravado por alevosía, ensañamiento, criminis causa, femicidio y por la premeditación de dos o más personas. Los acusados, Adrián Guillermo y Carlos Damián Saavedra, cuentan con la defensa del abogado Marcelo Arancibia.
Fuente: Noticias Argentinas ↗