De los vuelos privados al financiamiento sospechoso
José Luis Espert, economista liberal y hoy candidato de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires, vuelve a estar en el ojo de la tormenta. Todo empezó en 2019, cuando durante su campaña presidencial utilizó vuelos y vehículos financiados por Federico “Fred” Machado, un empresario argentino radicado en Miami que se dedicaba a la compra y venta de aeronaves. En ese momento, Espert lo presentaba como un simple colaborador más.
Pero en 2021 todo cambió: Machado fue detenido en Argentina a pedido de la justicia de Texas, acusado de narcotráfico internacional, fraude y lavado de dinero. Desde entonces, las miradas se posaron sobre el vínculo entre ambos.
La bomba: un giro de USD 200.000 desde EE.UU.
La verdadera bomba estalló en 2023, durante un juicio en Texas contra socios de Machado. Entre los documentos contables del Bank of America apareció una transferencia por 200 mil dólares a nombre de José Luis Espert, fechada en enero de 2020. La operación provenía de un fideicomiso controlado por Machado.
La revelación publicada en 2025 por elDiarioAR y Perfil terminó de encender la mecha: ¿fue un pago de campaña encubierto o una simple consultoría?. El dirigente social Juan Grabois no dudó y denunció a Espert por lavado de dinero, sosteniendo que “está probado que recibió al menos 200.000 dólares de la banda narco de Fred Machado”.
La defensa de Espert y el respaldo de Milei
Presionado por la opinión pública, Espert reconoció la transferencia pero negó que tuviera relación con su campaña. Según su versión, se trató de un adelanto por un trabajo de consultoría económica para una minera centroamericana ligada a Machado. “Jamás recibí fondos ilícitos, fue un contrato privado y declarado”, aseguró en un video publicado en redes sociales.
El presidente Javier Milei salió a respaldarlo de inmediato, calificando todo como una operación del kirchnerismo. Sin embargo, dentro de La Libertad Avanza hubo incomodidad: referentes como Patricia Bullrich y Guillermo Francos reclamaron que Espert brinde explicaciones “claras y contundentes”.
Un dilema político sin salida fácil
Para Milei, el caso llega en el peor momento: a semanas de las elecciones legislativas de octubre y con la provincia de Buenos Aires como escenario clave. Analistas coinciden en que el oficialismo está ante un dilema:
- Si sostiene a Espert, carga con un candidato marcado por el estigma del dinero narco.
- Si lo baja, abre una crisis inédita con boletas ya impresas y la campaña en marcha.
En cualquier escenario, el costo político es altísimo.
Vínculos incómodos: Oneto y Cúneo Libarona
El escándalo también salpica al entorno cercano de Milei. Su abogado personal, Francisco Oneto, es al mismo tiempo defensor de Fred Machado en la causa por narcotráfico en Estados Unidos. Una coincidencia explosiva que genera sospechas de conflicto de intereses.
Y no es el único caso: el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, construyó buena parte de su carrera como penalista defendiendo a figuras del narco argentino, como Mario Segovia, el “rey de la efedrina”. Aunque él asegura que solo ejerció su profesión, la paradoja es evidente: el hombre encargado de diseñar la política judicial fue abogado de algunos de los narcos más conocidos del país.
¿Qué puede pasar en las elecciones?
La provincia de Buenos Aires concentra el 40% del padrón nacional. El caso Espert, sumado a la violencia narco creciente, podría convertirse en un factor decisivo para el voto. Para el peronismo, es una oportunidad de exponer las contradicciones de Milei. Para el oficialismo, una amenaza que erosiona su discurso de “tolerancia cero” contra el crimen.
A nivel judicial, Espert aún no está imputado formalmente, pero la denuncia de Grabois y los documentos de Texas son piezas que pueden darle recorrido al caso en los tribunales argentinos.
Entre acusaciones, defensas y silencios incómodos, el oficialismo enfrenta su prueba más dura: demostrar que el cambio que prometió no está contaminado por los mismos fantasmas que juró combatir.