El debut de la boleta única papel en la provincia de Buenos Aires llega con un mensaje claro de la Justicia Electoral: quien saque foto a su voto será sancionado con una multa de $77.000. Así lo dispuso el Juzgado Federal N°1, a cargo de Alejo Ramos Padilla, en un intento por evitar que el sufragio quede condicionado por punteros o prácticas clientelares.
“Es para proteger al electorado y evitar presiones externas”, explicó Daniela Sayal, secretaria electoral. La medida se apoya en el artículo 71, inciso G, del Código Nacional Electoral, que prohíbe expresamente esta conducta.
La elección del 26 de octubre marcará un antes y un después: por primera vez, 14 millones de bonaerenses votarán sin sobres, sin cuarto oscuro y con un modelo de boleta que rompe con la lógica tradicional. “Va a ser ágil y seguro”, prometen desde la Justicia. Pero el cambio implica más que una nueva papeleta: también transformará la dinámica del día de votación.
Al llegar al colegio, el votante verá colgados en los pasillos los modelos de boleta con los rostros y colores de cada lista. Sin la posibilidad de llevar la boleta desde casa, esta exhibición busca ayudar a definir el voto antes de tener la boleta real en mano.
El procedimiento es simple, pero nuevo: se entrega una boleta troquelada y una lapicera negra indeleble. El votante marca una cruz detrás de un biombo de cartón, dobla la boleta y la coloca en la urna.
Para reducir errores, se incrementará la cantidad de autoridades por mesa. Además, los talonarios estarán numerados, con códigos de barras y trazabilidad desde el correo hasta la Justicia Electoral. “No hay forma de que un fiscal manipule una boleta”, subrayó Leandro Luppi, otro secretario electoral.
Las capacitaciones, que arrancaron en La Plata, se extenderán a los 135 municipios bonaerenses, en formato virtual y presencial. También hay una versión online para practicar el proceso. El objetivo: evitar confusiones con la vieja boleta sábana y garantizar que el cambio llegue con claridad.