Las autoridades lo señalan como el potencial femicida
La Policía Federal capturó a Juan Ariel Resquín, considerado el principal sospechoso del femicidio de Candela Azoya. Al intentar aprehenderlo, el hombre se resistió a más no poder y con violencia.
Tomó una pala e intentó enfrentar a la fuerza de seguridad. En medio del forcejeo, trató de arrebatar un arma y terminó herido en una mano por un disparo accidental antes de ser reducido.
Una desaparición con final trágico
La búsqueda de Resquín se había intensificado desde noviembre del año pasado, cuando Candela, de 17 años, fue vista por última vez en Villa Centenario, Lomas de Zamora. La adolescente, que vivía en Mar del Plata pero visitaba a su madre en el conurbano, había salido de su casa rumbo a la plaza Santa Marta para retirar un par de zapatillas que había comprado por internet. Desde ese momento no se tuvo más rastro de ella hasta que, días después, vecinos alertaron sobre la aparición de restos humanos calcinados cerca de las vías del tren Roca.
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El hallazgo que estremeció a la comunidad
El cuerpo de la joven fue encontrado en condiciones que estremecieron a toda la comunidad. Entre basura y cenizas apareció primero un pie semicubierto y una media que luego fue reconocida por la familia. A pocos metros, se hallaron huesos y la cabeza, también quemados.
La investigación determinó que los restos habrían sido trasladados en bolsas de arpillera utilizando un carro prestado por un vecino. Los peritajes concluyeron que el crimen incluyó desmembramiento y que se habría empleado nafta para calcinar las partes, lo que reveló un nivel de ensañamiento extremo.

Avances en la investigación judicial
Por el femicidio ya habían sido detenidos Fabio Resquín, hermano del sospechoso, y un primo de la víctima, señalados como partícipes en la trama. Las cámaras de seguridad de la zona y el testimonio de vecinos resultaron determinantes para reconstruir las últimas horas de Candela.
Tras su arresto, Juan Ariel Resquín, de 39 años, quedó a disposición del fiscal José Luis Juárez, de la UFI N°12 de Lomas de Zamora. La causa fue caratulada como homicidio triplemente agravado, por violencia de género, participación de varias personas y ensañamiento, lo que prevé una de las penas más severas del Código Penal.