Un micro atacado en la autopista Buenos Aires–La Plata
La noche del 5 de agosto, un micro de la empresa Metropol que viajaba desde La Plata a Buenos Aires fue atacado a pedradas a la altura del arroyo El Gato, en Gonnet. El impacto de varias piedras en la autopista quebró el silencio y, aunque no hubo heridos, encendió la alarma entre los pasajeros. Este no fue un caso aislado: la modalidad delictiva se repite con frecuencia en distintos accesos del Conurbano bonaerense, donde delincuentes arrojan objetos desde puentes y banquinas para obligar a los vehículos a detenerse y concretar robos.

Zonas críticas en el Conurbano sur
En la zona sur del GBA, algunos puntos se volvieron especialmente peligrosos. En Quilmes, el barrio El Monte se transformó en un tramo crítico de la Autopista Buenos Aires–La Plata, con reiterados ataques a micros y autos. La situación obligó a instalar una casilla policial y un alambrado de 3 km como medida de prevención.
La autopista Riccheri, que conecta con el aeropuerto de Ezeiza, también registra ataques. Aunque la concesionaria Corredores Viales minimiza los hechos, reconoce que hubo “incidentes de pedradas” que figuran en los registros como “asistencias al usuario”.
Un problema que trasciende Buenos Aires
Los ataques con piedras en rutas no se limitan al Conurbano. En Córdoba, dos personas fueron detenidas en Río Cuarto por atacar a un camionero desde el Puente Islas Malvinas. En Mendoza, vecinos denunciaron episodios cerca del aeropuerto, incluyendo un caso en el que una combi con turistas brasileños fue atacada. En todos los casos, la peligrosidad es extrema: una sola piedra puede provocar un choque, lesiones graves o la muerte.

Antecedentes históricos de los ataques con piedras
Esta modalidad de robo en autopistas no es nueva. En 2001, durante la crisis económica, un hombre murió al recibir un adoquín en la autopista Buenos Aires–La Plata, a la altura de Dock Sud. El hecho reveló la falta de seguridad en las rutas y destapó un historial de ataques frecuentes.
En 2017, tres menores de 13 y 14 años lanzaron adoquines en la Autopista 25 de Mayo, dañando 14 autos en menos de una hora. Más recientemente, en 2023, la oficial de la Policía de la Ciudad Florencia Pamela González murió tras recibir un piedrazo en el pecho en el Camino del Buen Ayre, en Merlo.

¿Aumento en tiempos de crisis o amenaza constante?
Los ataques con piedras en autopistas bonaerenses son una amenaza permanente, pero se intensifican en períodos de crisis social y económica. En 2021, conductores de la Panamericana denunciaron un incremento de casos, especialmente en los ramales Pilar y Campana. En 2025, los episodios volvieron a crecer en la Autopista Presidente Perón, con testimonios de vecinos de San Vicente y Ezeiza.
A pesar de los reclamos, las estadísticas oficiales suelen ocultar el problema al caratularlo como “incidentes viales” o “asistencia al usuario”. Solo cuando ocurre una tragedia, como en 2001 o en 2023, las autoridades reconocen la gravedad y refuerzan la seguridad en autopistas y rutas.