Identificaron los restos del joven desaparecido hace 41 años y hallado en la casa de Cerati: Habló su hermano y pide justicia
Los restos hallados recientemente en una vivienda del barrio porteño de Coghlan pertenecen a Diego Fernández Lima, un adolescente de 15 años que había desaparecido en 1984. La casa donde fue enterrado estaba ubicada junto al terreno donde residió el músico Gustavo Cerati. El caso reavivó el dolor de su familia, que lo buscó durante más de cuatro décadas. Javier Fernández Lima, hermano del joven hallado en la casa de Cerati, reclamó justicia y apuntó a la posibilidad de una desaparición forzada en plena transición democrática.
“Mi papá murió buscándolo”, declaró Javier, visiblemente conmovido, en diálogo con América TV. Tenía diez años cuando su hermano mayor salió de su casa en Villa Urquiza el 26 de julio de 1984 y nunca volvió. Según relató, Diego había pasado por la Escuela Nacional de Educación Técnica 36, a la que asistía, y se despidió de su madre diciendo que iba a lo de un amigo antes de regresar al colegio. “Se fue comiendo una mandarina”, recordó.
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Búsqueda
Al no regresar a su hogar, la familia intentó hacer la denuncia, pero en la comisaría de la Policía Federal no se la tomaron, bajo el argumento de que se trataba de un “abandono de hogar”. Desde entonces, comenzó una larga búsqueda marcada por el dolor, la frustración y la sospecha. “Para mí lo chuparon. Era saliendo de la dictadura. No había redes, ni cámaras. Mis viejos hicieron todo”, expresó Javier.
Durante los primeros días, junto a sus padres y la policía, interrogaron a compañeros del colegio. Uno de los pocos indicios fue el testimonio de un amigo que lo vio por última vez caminando por Monroe y Naón. “Le gritó desde el colectivo: ‘¿Qué hacés, Gaita?’”, contó, haciendo referencia al apodo que tenía en el club Excursionistas, donde jugaba al fútbol.
La familia desconocía quién vivía en la casa de Congreso al 3700, donde fueron hallados los restos. El hallazgo fue posible gracias al trabajo del fiscal Martín López Perrando y la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que se encargó del análisis de los restos y su posterior identificación mediante muestras de ADN proporcionadas por familiares.
Investigación
Según se informó, la muerte fue violenta. “No se sabe si la puñalada fue la causa de la muerte, pero sí con certeza sabemos que el muchacho fue apuñalado. La herida estaba a la altura de la cuarta costilla, por detrás del brazo. También hay signos de un intento de desmembramiento del cuerpo”, señalaron fuentes de la investigación.
La noticia del hallazgo significó un golpe devastador para la familia. “Estamos mal. No entendemos nada”, expresó Javier, y agregó que su madre, de 87 años, “quiere saber la verdad”.

El EAAF continúa trabajando en casos de desapariciones ocurridas en democracia. El organismo convoca a personas con familiares desaparecidos a contactarse al 0800-345-3236 o a través del correo electrónico casos@eaaf.org para brindar información o realizar comparaciones genéticas con restos aún no identificados.