Denuncian la falta de control respecto del aumento
En el mes de julio, el precio de las garrafas se disparó un 20%, valor que está por sobre la inflación. La suba complica a las miles de familias que no tienen gas natural y que sí o sí, deben comprarlas.
«Esto es producto de la completa desregulación que lleva adelante el gobierno respecto de estos asuntos» expresó la ex subsecretaria de Energía Cecilia Garibotti en diálogo con los medios de comunicación.
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La infraestructura a nivel gas en el plano nacional es escasa. Solo los grandes centros urbanos cuentan con él. Basta con alejarse a 20 minutos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para ver que muchos hogares del conurbano usan garrafas. Esto no sucede por preferencia sino por falta de alternativas.
En este contexto, un aumento del 20% complejiza el bolsillo de quiénes sí o sí deben comprarla. En nota con Radio Rivadavia, Garibotti expresó: «La garrafa aumenta todos los meses pero esta vez de forma indiscriminada. Si bien el Estado mantenía un precio firme para su regulación, ya no lo hace y ahí es cuando suceden estos tarifazos brutales».

En ese sentido, añadió: «Actualmente no hay forma de librarse del ajuste porque al no haber un precio siquiera de referencia, cada quién lo aumenta como quiere y ya no se sabe ni cuánto vale». Fuera de toda discusión política, hay una realidad: Argentina tiene una de las reservas de gas natural y petróleo más grande del mundo. Pareciera un chiste que los propios ciudadanos no tengan acceso a ello.
Lo mismo sucede con la alimentación. Gente que pasa hambre en el país de las vacas y de los campos. Gente que no tiene agua teniendo también una de las reservas de agua dulce más grande del planeta.