A 18 años de la nevada histórica en Buenos Aires: un hecho que no creíamos posible y quedó grabado en nuestra memoria
El 9 de julio de 2007, gran parte del Área Metropolitana de Buenos Aires amaneció cubierta de nieve, en una nevada histórica que sorprendió a millones de personas. Las imágenes de calles, plazas y casas bajo un manto blanco evocaron escenas que podrían pertenecer a la popular historieta El Eternauta, recientemente adaptada en una serie que se estrenó este año. Pero no se trataba de ciencia ficción: nevó de verdad en Buenos Aires.
Fue la primera nevada significativa en el conurbano bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires desde 1918. Coincidió con el Día de la Independencia, y miles de vecinos salieron a las calles para registrar el momento con fotos y videos. Algunos construyeron muñecos de nieve, otros simplemente disfrutaron del espectáculo que, hasta entonces, parecía reservado para otras regiones del país.
Lee también:

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) explicó que la nevada fue consecuencia de una masa de aire polar que ingresó desde el sur del continente, combinada con humedad en niveles altos de la atmósfera. Esa combinación generó condiciones propicias para la caída de nieve en zonas donde no es habitual.



La nieve se hizo presente en múltiples localidades del conurbano, incluyendo Lomas de Zamora, Lanús, Avellaneda, Quilmes, La Matanza, Morón y San Martín, entre otras. También cayó en la Ciudad de Buenos Aires, donde se vivieron postales únicas como el Obelisco rodeado de copos blancos.
Lee también:


El fenómeno generó no solo sorpresa y entusiasmo, sino también algunos inconvenientes: hubo demoras en el transporte, cortes de energía en algunos sectores y calles resbaladizas. Sin embargo, el saldo fue, para la mayoría, una experiencia única e inolvidable.

Hoy, 18 años después, la nevada del 9 de julio de 2007 sigue siendo recordada como un evento excepcional en la historia climática reciente de la región. Las fotos de aquel día —personas caminando bajo la nieve en medio del gris urbano del conurbano— vuelven a circular cada invierno.