Aumentan los casos de intoxicación por monóxido de carbono en invierno: ya se registraron más de 500 en lo que va del año
Con la llegada de las bajas temperaturas, miles de personas en el país intensifican el uso de sistemas de calefacción en sus hogares. Sin embargo, en lo que va del 2025, ya se registraron más de 500 casos de intoxicación por monóxido de carbono en distintos puntos del país, según señalaron fuentes oficiales y especialistas.
El monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro e insípido que se genera por la combustión incompleta de materiales como gas, carbón o madera. Al ser imperceptible, puede acumularse en espacios cerrados y provocar desde síntomas leves hasta consecuencias fatales. “Lo que hace es unirse en lugar del oxígeno en el glóbulo rojo y produce una hipoxia, una disminución de oxígeno en el cuerpo, generando depresión del sistema nervioso, infarto masivo e incluso muerte cerebral”, explicaron expertos en toxicología.
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Desde distintos organismos advierten que este tipo de incidentes tiende a incrementarse entre mayo y septiembre, cuando la población permanece más tiempo en espacios cerrados y con calefacción encendida de manera continua. “Normalmente todos los años, a partir del mes de mayo, hay intoxicaciones por monóxido de carbono y, en algunos casos, hay muertes”, indicaron.
Principales errores
Muchas de estas intoxicaciones se producen por errores evitables, como tapar las rejillas de ventilación o utilizar artefactos inadecuados para calefaccionar, como hornallas de cocina o braseros sin ventilación. “En invierno la gente empieza a calefaccionar con lo que tiene, por ejemplo un bracero, carbón mal encendido o estufas a gas sin mantenimiento, y lo más importante es que muchas veces no hay ventilación adecuada”, señalaron los especialistas.
Uno de los factores de riesgo más reiterados es la costumbre de tapar las rejillas con nylon u otros materiales para evitar el ingreso de aire frío. Sobre esto, los expertos fueron claros: “Las rejillas son obligatorias, las pide la distribuidora y taparlas elimina la ventilación, favoreciendo la acumulación del monóxido”.

Por otro lado, también se advirtió sobre el uso de artefactos eléctricos en condiciones inseguras, como los caloventores conectados a extensiones no homologadas. “Aunque tengan corte automático, el riesgo está igual porque no están diseñados para funcionar tanto tiempo seguido”, explicaron.
En contraste, los aires acondicionados con función de calefacción representan una opción más segura, ya que no generan monóxido al no utilizar combustión. “No generan monóxido de carbono, por eso representan un riesgo mucho menor”, indicaron.
Ante este panorama, los especialistas remarcan la importancia de la prevención. Entre las principales recomendaciones figuran:
- Colocar detectores de gas y monóxido de carbono que estén homologados.
- Hacer controles periódicos de estufas y calefactores con gasistas matriculados.
“La prevención es clave y, en contextos de pobreza energética, el riesgo aumenta porque las personas recurren a métodos peligrosos para calentar sus hogares”, advirtieron.
Qué hacer ante una posible intoxicación
Entre los síntomas más frecuentes de intoxicación por monóxido de carbono se encuentran el dolor de cabeza, mareos, náuseas, dificultad para respirar, debilidad, vómitos, confusión y pérdida de conocimiento.
Ante una sospecha de intoxicación, es fundamental actuar con rapidez:
- Evacuar a todas las personas del lugar afectado y buscar aire fresco.
- Abrir puertas y ventanas para ventilar el espacio.
- Apagar los artefactos que puedan estar emitiendo monóxido de carbono.
- Solicitar atención médica de inmediato, informando que se trata de una posible intoxicación por monóxido de carbono.
Con medidas de control adecuadas y responsabilidad en el uso de calefacción, los especialistas aseguran que muchas de estas situaciones pueden evitarse.