Conflicto entre los «Hongos»: Tensión creciente entre Selva Pérez y Juan Pablo De Vigili en la recta final de Gran Hermano
A medida que Gran Hermano se acerca a su etapa final, las tensiones dentro de la casa se intensifican, especialmente entre Selva Pérez y Juan Pablo De Vigili. Ambos participantes habían consolidado una amistad al inicio del programa, pero en las últimas semanas esa relación se vio afectada por diferencias en la convivencia y distintos enfoques sobre el juego.
Juan Pablo, conocido por su perfil más reflexivo y reservado, expresó su malestar en una reciente intervención en el Streaming Room, espacio que los jugadores utilizan para comunicarse con el público. «Para mí hay mucho ego de quién tiene la razón, siempre lo dije», comenzó diciendo, en clara alusión a los conflictos surgidos con Selva y otras participantes del grupo conocido como «los Hongos».
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El correntino explicó que su forma de plantear las situaciones busca ser respetuosa y con un objetivo estratégico: «Yo si expongo algo hoy, lo hago de buena manera, para incluso visibilizar el juego. Si me pongo a gritar, nadie me va a escuchar y no me interesa que me escuchen ellos, me interesa que el público entienda lo que estoy diciendo».
Durante su descargo, De Vigili apuntó también a ciertos comentarios que cuestionan su recorrido dentro del programa. «Me dicen que voy a llegar haciéndome el boludo, no haciendo nada. Y me da un poco de bronca también porque están subestimando a mi juego y a la gente que banca mi juego».
Asimismo, hizo énfasis en su compromiso con la convivencia. «Mi mensaje es claro, yo tengo la tranquilidad de lo que quise mostrar siempre y la suerte de que me eligieron por eso, y no me voy a mover de ahí. Hay que tratar de ser inteligente y adaptarse».
«Que piensen mal de mí»
La tensión escaló tras una serie de discusiones con Selva y Eugenia, que —según De Vigili— lo excluyen de decisiones clave. «Me molesta mucho cuando les conviene se enojan conmigo y sospechan de mí. Todo el tiempo me dicen en la cara que ellas llegarán a la final. Que quieren eso y me lo dicen en la cara», relató.
El participante también cuestionó el ingreso tardío de las jugadoras y su protagonismo actual: «Se están priorizando entre ellas, pero algunos estamos desde el comienzo. Ellas entraron el 10 de febrero», señaló.
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Por último, reflexionó sobre su postura frente al conflicto: «Seis meses y medio discutiendo. Quieren que me suba al bondi de los gritos y no va a pasar. Que piensen mal de mí; es asunto de ellas y yo sé cómo me manejo y me voy a seguir manejando».