Tensión en la casa de Gran Hermano: Katia y Selva protagonizaron un fuerte cruce por acusaciones de vagancia
En un nuevo episodio de tensión dentro de la casa de Gran Hermano, Katia “Tana” Fenocchio y Selva Pérez protagonizaron un cruce que expuso las diferencias que ambas vienen arrastrando desde hace varios días. El conflicto comenzó cuando Selva calificó a Katia de “vaga”, lo que generó la inmediata reacción de la participante apodada “la Tana”.
“Dormir, cag… y comer, lo mismo que hacés vos”, respondió Katia, visiblemente molesta por el comentario de su compañera. Ante esto, Selva intentó bajarle el tono a la discusión y aseguró que hace “un poco más” dentro de la casa. “No quiero discutir con vos”, agregó, en un intento de cortar la conversación.
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Lejos de dar por terminado el asunto, Katia expresó su malestar al considerar que trabaja duro fuera del reality: “Si hay algo que soy es laburadora, hay que sacar adelante una familia”, afirmó, haciendo alusión a su vida personal.
La situación escaló cuando Sandra Priore intervino en la discusión para cuestionar a Selva por haberle cantado a Katia La guitarra, de Los Auténticos Decadentes, canción que incluye la frase “no quiero trabajar”. Según Sandra, esa elección musical fue una provocación directa. Sin embargo, Selva negó esa intención y se defendió: “Es de lo peor”, dijo sobre la acusación, y sostuvo que Katia se tomó con humor el gesto en su momento.

En otro tramo de la conversación, Katia manifestó que Selva “está agrandada” y dejó entrever que cree que su compañera tuvo influencia en la reciente eliminación de Lucía Patrone.
El descargo en el confesionario
Ambas participantes llevaron su versión del conflicto al confesionario. La Tana sostuvo que Selva “se tomó mal un comentario en chiste”, relativizando el alcance de sus palabras. En cambio, Selva fue más dura con su visión sobre Katia: “Solo se rasca y depila todo el día”, declaró, mientras no pudo contener las lágrimas. “Me duele la gente mala que da vuelta las cosas”, expresó emocionada. Más tarde, ya en la cocina y frente a Sandra, negó haber llorado y justificó sus ojos húmedos diciendo: “Es alergia”.
El enfrentamiento dejó expuestas las fricciones internas entre las jugadoras, en un momento clave del juego donde las alianzas y los roces personales comienzan a marcar el rumbo de la competencia.