Paris fue adoptada y no regresará a la casa de Gran Hermano: el emotivo cierre de su paso por el reality
La perra Paris, que ingresó a la casa de Gran Hermano como una compañía emocional para los participantes, fue adoptada y no volverá al reality. Según informaron desde la producción, su estado de salud requiere controles veterinarios frecuentes, producto de su edad avanzada y de una historia de vida marcada por el maltrato y la desnutrición.
Sin embargo, lejos de tratarse de un final triste, el desenlace de su paso por el programa es esperanzador. Gustavo, el veterinario que la acompañó a París durante su estadía en la casa y que siguió de cerca su evolución día a día, decidió adoptarla.
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“Los participantes recibieron la noticia con mucha emoción”, relató Santiago del Moro al aire, quien además les comunicó que podrán conservar las pertenencias de Paris en caso de que, en algún momento, ella vuelva a visitarlos.
Su historia
Paris es una galga adulta de entre seis y siete años, rescatada en marzo de 2022 en General Villegas, provincia de Buenos Aires. Llegó a manos de proteccionistas embarazada, con un avanzado cuadro de desnutrición y ceguera en uno de sus ojos. Tras un largo proceso de recuperación y una extensa búsqueda de una familia adoptiva, su ingreso a la casa significó un mensaje potente sobre el refugio, el cuidado y la empatía.

Durante su permanencia en el reality, la presencia de Paris tuvo un fuerte impacto emocional entre los jugadores, quienes encontraron en ella un alivio frente al encierro y un vínculo afectivo sincero.
No es la primera vez que un animal es parte del juego con este nivel de implicancia. En la edición 2023, ingresó Arturo, un cachorro que también convivió con los participantes. El pequeño, que terminó adoptado por un participante, salía regularmente de la casa para recibir atención veterinaria y realizar paseos supervisados.
El caso de Paris reafirma el vínculo entre el entretenimiento y la conciencia sobre el bienestar animal, dejando una huella que trasciende la pantalla.