La respuesta de un puestero a la reportera durante un móvil en medio del paro general: «Atiendo gente boluda como vos»
En el marco del tercer paro general convocado por la CGT y otros gremios en lo que va del gobierno de Javier Milei, la periodista Paula Bernini salió a recorrer las calles de la ciudad de Buenos Aires para tomar el pulso del humor social. Durante una cobertura en el barrio porteño de Flores, un puestero respondió con crudeza «Atiendo gente boluda como vos» y terminó protagonizando un momento que rápidamente se viralizó en redes sociales.
La movilera de TN dialogaba con vecinos y comerciantes en medio de una jornada marcada por la suspensión del transporte público, comercios cerrados y movilizaciones. En ese contexto, se acercó a un kiosco improvisado en la vereda y le consultó al puestero su opinión sobre el paro.
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Sin rodeos, el hombre respondió: “Es todo una mierda todo lo que está pasando, todo una mierda, nada más”. Cuando Bernini le preguntó si apoyaba la medida de fuerza, él no dudó: “Olvidate, mil veces”.
Luego, el comerciante justificó su presencia en la vía pública de manera particular: “Abro porque estoy aburrido en mi casa. Me rasco los huevos sino en mi casa. Acá atiendo gente boluda como vos”, lanzó, sin alterar el tono ni levantarse de su silla.
La periodista mantuvo la calma y cerró el intercambio con cordialidad: “Qué lindo encontrarnos, le agradezco mucho”.
«Atiendo boludos»
El episodio recordó a muchos televidentes otra escena que quedó en la memoria televisiva: la protagonizada por Daniel Frasca en 2001, durante una nota en vivo para Crónica TV. Aquel inspector de colectivos fue consultado en Plaza Constitución por el precio del boleto y, visiblemente molesto, respondió: “Yo no soy inspector de una línea de colectivos. Atiendo boludos. ¿No te das cuenta que atiendo boludos?”. La frase, pronunciada años antes de la existencia de las redes sociales, se volvió un clásico del archivo de la televisión.
El comerciante de Flores no se identificó, pero su breve aparición alcanzó para instalarlo —al menos por unas horas— en el centro de la conversación digital. Su intervención, en medio de una jornada atravesada por reclamos sociales y tensión política, funcionó como un termómetro más de los ánimos en la calle.