Falleció Antonio Gasalla a los 84 años: venía atravesando varios problemas de salud en los últimos meses
El reconocido actor y humorista Antonio Gasalla falleció hoy, a los 84 años. La noticia fue confirmada este martes por la mañana a través de la cuenta de X de Multiteatro Comafi. «La noticia del fallecimiento de Antonio Gasalla cierra una página del humor en nuestro país. Nuestras condolencias a su hermano Carlos y familia», expresaron desde la sala teatral.
Gasalla, referente del teatro y la televisión en Argentina, había atravesado varios problemas de salud en los últimos meses. El 5 de marzo había sido internado de urgencia en el Sanatorio Otamendi por un cuadro de deshidratación severa y una importante disminución en sus niveles de glóbulos rojos. Recibió el alta días después.
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Un mes antes, había sido hospitalizado por un cuadro similar, mientras que en junio pasado estuvo internado durante dos semanas debido a un fuerte cuadro de neumonía, que se sumó a otras complicaciones.
Un adiós lejos de los escenarios
En sus últimos años, Antonio Gasalla vivió en un centro de rehabilitación, lejos del brillo de los teatros y la televisión que lo vieron convertirse en un ícono del humor argentino. Su hermano, Carlos Gasalla, fue quien lo acompañó hasta el final y, en un testimonio conmovedor, confirmó su diagnóstico: “Quiero ser claro: tiene demencia senil. Es una enfermedad que va a seguir avanzando. Antonio no tiene conocimiento ninguno, no habla”.
El periodista y amigo de Gasalla, Marcelo Polino, también describió la difícil situación que atravesaba el humorista: “Antonio está bastante complicado. No camina, no nos reconoce desde hace más de un año. Ya casi no habla, se alimenta por un botón gástrico. Es un panorama muy triste”.

Más allá de la enfermedad y el ocaso, Gasalla dejó una huella imborrable en la cultura argentina. Fue el hombre detrás de personajes que trascendieron generaciones. Mamá Cora, la inolvidable abuela de Esperando la carroza (1985), con su voz temblorosa y frases que aún hoy son parte del lenguaje popular. La Empleada Pública, una figura que retrataba con ironía la burocracia nacional. Soledad Solari, la diva en decadencia. Y La Abuela, el personaje que en los programas de Susana Giménez desafiaba a los invitados con preguntas filosas y un humor afilado.

Gasalla tenía un talento único. Su humor no era solo entretenimiento, sino una herramienta que exponía contradicciones y reflejaba la sociedad con crudeza e inteligencia. Nunca recurrió a lo obvio ni a lo vulgar. Su risa, muchas veces, era un desafío para pensar.