Ahora solo podrán hablar con sus familiares en locutorios y sin contacto físico
El Gobierno tomó una decisión drástica sobre los presos de alto riesgo: desde ahora, no podrán tener contacto físico con sus visitas. La medida responde a la necesidad de frenar el ingreso de objetos ilegales a las cárceles y evitar que los detenidos continúen operando desde el interior de los penales.
Hasta ahora, los reclusos podían recibir visitas en sectores comunes, con contacto físico y posibilidad de intercambio de objetos. Si bien se realizaban requisas, estas no lograban impedir por completo el ingreso de elementos prohibidos. Según las autoridades, en múltiples ocasiones se detectó el ingreso clandestino de teléfonos celulares y otros objetos prohibidos mediante las visitas.
Otra de las prácticas que preocupaba a las autoridades era el intercambio de «papelitos» con información entre presos y el exterior, a través de familiares o incluso abogados. Estos mensajes muchas veces contenían instrucciones para continuar con actividades delictivas fuera del penal.
A partir de esta nueva normativa, los encuentros se realizarán solo en locutorios, con una mampara de por medio y bajo estricta vigilancia. El control sobre los presos se endurece y ya no habrá contacto directo con familiares ni posibilidad de intercambiar documentos u objetos.
Más control y restricciones en las cárceles
Las nuevas reglas afectan a los presos considerados de alto riesgo, aquellos con antecedentes de violencia o vinculaciones con el crimen organizado.
El principal objetivo es evitar el ingreso de drogas, celulares y otros elementos ilegales que muchas veces llegan a los penales a través de familiares. Un informe interno reveló que algunos presos continuaban operando desde la cárcel gracias a teléfonos ingresados de forma clandestina. Con la comunicación limitada a locutorios, se busca cerrar este canal de contrabando.
Además, el Gobierno ordenó reforzar la supervisión del personal penitenciario y aumentar la revisión de pertenencias para impedir que los presos mantengan contacto con el exterior.
Las nuevas medidas generan polémica
El endurecimiento de las visitas forma parte de una estrategia más amplia para reforzar la seguridad en las cárceles. También se prevé instalar más cámaras de vigilancia y aumentar el uso de inhibidores de señal para bloquear las comunicaciones ilegales.
Mientras el Gobierno defiende la medida como una acción clave para reforzar la seguridad, algunos advierten que podría generar cuestionamientos por su impacto en los familiares de los detenidos.