41 años de democracia en Argentina: el legado de Raúl Alfonsín y el fin de la última dictadura militar
El 30 de octubre de 1983, Argentina vivió una jornada que cambió su historia política para siempre. Tras siete años de dictadura militar, el país retornaba a la democracia en elecciones libres que dieron como ganador a Raúl Alfonsín, candidato de la Unión Cívica Radical (UCR). Con el 52% de los votos, Alfonsín se impuso frente a la fórmula peronista de Ítalo Luder y Deolindo Felipe Bittel, marcando el inicio de una nueva etapa en la que los argentinos recuperaron sus derechos cívicos y políticos.
“Ha sido la participación de la ciudadanía argentina en su conjunto lo que ha garantizado que este proceso de democratización culminara con éxito”, expresó el presidente electo en un emotivo discurso. Entre los gritos de “¡Alfonsín! ¡Alfonsín!” y la famosa frase “Un médico allí a la izquierda, por favor”, el dirigente llamó a la unidad nacional: “Hemos ganado, pero no hemos derrotado a nadie, porque todos hemos recuperado nuestros derechos”.
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Día de la Restauración de la Democracia
La restauración de la democracia se celebra cada 30 de octubre como el “Día de la Restauración de la Democracia” en honor a ese momento histórico. Fue un hito que no solo significó el regreso del Estado de Derecho, sino también la recuperación de los derechos humanos y civiles para toda la ciudadanía, después de un régimen dictatorial que dejó como saldo 30 mil desaparecidos, represión y miedo en la sociedad.
El hijo del expresidente, Ricardo Alfonsín, ha recordado en diversas ocasiones la gravedad de aquellos años. “Veíamos los carros de asalto, los camiones del Ejército, los Falcon sin patentes, las sirenas por la ciudad de Buenos Aires, los secuestros y las detenciones violentas a plena luz del día”, describió, destacando que el regreso de la democracia implicaba el fin de esas prácticas y un compromiso con la paz y el respeto por los derechos.
La primera acción de Alfonsín en su gobierno subrayó este compromiso: apenas tres días después de asumir el cargo, decretó el juicio a las tres juntas militares que gobernaron desde 1976. Este hecho se convirtió en uno de los actos de justicia más significativos en América Latina y marcó el rumbo de una democracia que, a pesar de enfrentar una grave crisis económica e hiperinflación al final de su mandato, logró consolidarse.
Hoy, 41 años después, el retorno a la democracia de 1983 sigue siendo recordado como un logro fundamental para Argentina. Aquel día, los argentinos no solo eligieron a sus gobernantes; recuperaron el derecho a vivir en libertad, con derechos inalienables como la vida, la libertad de expresión, la seguridad y la igualdad.