Conocé el trasfondo que hubo tras la victoria del gasolero
Sin lugar a dudas, lo que Temperley hizo en el partido contra River, no se esfumará rápidamente. Fue una verdadera patriada de dimensiones bíblicas que se asemejan claramente a un David vs Goliat. Sin embargo, no repasaremos la parte netamente futbolística del encuentro sino lo que hubo detrás, el gran esfuerzo y sacrificio que debió hacer el celeste para cumplir con el compromiso.
Los dos extremos de la cuerda. Por un lado, el millonario. No por nada le dicen así. Ahora, con la reforma del estadio, con una capacidad para 85 mil personas, con jugadores de élite presentes en las selecciones nacionales, etc. Por el otro, la humildad, las ansias y la valentía de Temperley con una situación actual en la que todo es cuesta arriba.
River y Temperley: un dato que lo dice todo
Los datos entre un club y otro son abismales: River tiene un plantel cotizado en 106 millones de dólares. Temperley alcanza apenas los tres millones verdes siendo sus jugadores más caros Emanuel Ibañez y Lucas Angelini, ambos valuados en 325.000 dólares cada uno.
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Odisea: de Temperley a Salta y luego a Mendoza
Para el plantel gasolero, la experiencia fue la similar a lo que son los viajes de egresados. Partieron desde el sur, en micro con destino a Salta, el extremo norte del país. Allí disputaron el día viernes el partido contra Gimnasia y Tiro donde triunfaron por 2 a 0.
Envalentonados, a los días siguientes se vieron las caras con los jugadores de River, en Mendoza. Para ello, el celeste debió bajar desde Salta a Cuyo en el mismo micro, viajando nada más ni nada menos que 18 largas horas a lo largo de 1300 kilómetros de distancia.
Mal descansados entre la proximidad de los partidos y la retención sobre el ómnibus, salieron a darlo todo contra los de Núñez quienes viajaron cómodamente desde Buenos Aires a Mendoza en vuelo chárter el mismo día.
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Tras la contundente, histórica e inesperada victoria, con la misma humildad con la que salieron del club, volvieron a él. Se subieron al micro y viajaron nuevamente por gran cantidad de horas hasta llegar al sur del conurbano. El recorrido total de Temperley fue de 40 horas y más 3880 kilómetros. Allí, una multitud de hinchas los recibieron, conservando aún, la alegría del batacazo.