El auto está en Quilmes pero el dueño no se lo quiere vender
Mauro Pisano es un lomense que sostuvo un gran proyecto en el tiempo: por más de 20 años, busco por cielo y tierra el Renault Torino que era de su papá. Finalmente lo encontró. Está en Quilmes. Sin embargo, el propietario actual no quiere venderlo.
Una historia que uno no sabe como tomarla. Es de gran admiración el entender que Mauro, ininterrumpidamente investigó hasta el cansancio para encontrar el auto de su padre. «Son todos los recuerdos de mi vida. Los momentos que viví en él. Es parte de nuestra historia familiar» afirmó.
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No obstante, esa noticia tan ansiada y esperada de dar con el paradero del vehículo, se ennegreció por la negativa del dueño actual de no querer venderlo. A Mauro, como consuelo le queda mirarlo tras las rejas desde la calle.
Si hay algo que se destaca, sin lugar a dudas, es la tenacidad y la persistencia del soñador. Ahora, después de tanto, logró ubicar el Torino y pese a la decisión de su propietario, Mauro expresó: «Como sabrán, no me doy por vencido fácilmente. No voy a bajar los brazos».
La búsqueda del Torino lomense: cómo lo encontró
«Revolviendo entre mis papeles, hace mucho, encontré un acta de choque del año 1977. Ahí estaban los datos del auto de mi papá. Hable con un gestor y me dijo que era imposible encontrar el vehículo» relató Mauro.
«Me entristecí un poco pero al mes, el mismo gestor me volvió a llamar y me dijo que el auto había sido comprado por un señor en Quilmes 20 años después. No me aguanté las ganas y me fui hasta allá. Increíblemente, todavía estaba ahí. Fueron sensaciones encontradas. Después de 20 años, lograba ubicarlo pero me daba pena ver el auto. Estaba arrumbrado al 100 % y lleno de basura. A pesar de eso, estaba feliz» siguió contando.
Sin dudas el momento más demoledor en dónde se le vino el mundo abajo, fue el de el contacto con el dueño. «Golpee las manos y salió el hombre. Nos pusimos a conversar. Emocionado y entre lágrimas le conté que ese auto era mi vida misma. Después de que le relaté todo simplemente me dijo que el auto no estaba a la venta. Me mató» confesó Mauro.
La persistencia de Mauro
A pesar de la negativa, Mauro soñaba empedernidamente con hacerse con el Torino de su papá. Fue así que volvió hasta en cinco oportunidades a tratar de negociar con el hombre. «Le mostré todos los papeles y fotos que avalan que es el mismo auto. Le hice todo tipo de ofertas incluso le ofrecí comprarle otro Torino igual a ese pero siempre me dijo que no» detalló.
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A su vez Mauro contó que hace más de un año que ya no va más por allí. Sin embargo, el sueño persiste. Enfatizó reiteradas veces que «no piensa bajar los brazos hasta recuperar el Torino que lo acompañó durante gran parte de su vida».