El suceso ocurrió la semana pasada en Glew
«Negrita» sufrió la demencia brutal por parte de su propio dueño cuando fue baleada por comerle el matambre. Operada de urgencia, mostró mejoras en su condición.
Toda la localidad de Glew se conmocionó al enterarse la semana pasada de la injustifable reacción por parte de su dueño quién le disparó sin piedad ni remordimientos cuatro veces.

El hombre de 51 años en apenas instantes, perdió el juicio. Fue a su cuarto y busco su arma. Salió al patio y le disparó. Los estruendos de la balacera fueron los que escuchó su vecino, quién llamó al 911. Así mismo, él lo delaro cuando los policías llegaron a su casa.
Lee también:
- ¿Por qué se celebra el Día del Padre?
- Aniversario del Che Guevara: historia y huella
- 39 años de la muerte de Jorge Luis Borges
- Intentaron prender fuego una casa mientras dormían
- CRISIS EN BANFIELD: QUÉ DIJO EL PRESIDENTE
Cómo esta Negrita hoy
El personal de zoonosis fue quién atendió de urgencia a la rottweiler. «Todavía no la hemos escuchado ladrar salvo en sueños, y le cuesta mucho mantenerse en pie, pero dentro de todo va evolucionando».
La pobre perra, por solo comerse un matambre, fue baleada dramáticamente. Su dueño le disparó cuatro veces. En la cabeza, en sus dos patas delanteras y en el abdomen.
El violento quedó imputado por los delitos de Tenencia ilegal de arma civil y maltrato animal por la Unidad Funcional de Instrucción N°4 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.