Algo muy común y casi por costumbre es felicitar el último día de la Semana Santa, pero ¿Por qué decimos Felices Pascuas?
Se conoce como Pascua a una de las celebraciones más importantes que existen en el calendario de tradiciones judías. Con ella se conmemora la liberación del pueblo judío del cautiverio de Egipto guiados por Moisés en el siglo XIII a.C..
Dicha festividad tiene lugar a mediados del mes de Nisán, en el calendario hebreo y coincide con el mes de marzo o abril en el calendario Gregoriano. Por esa razón varía cada año la fecha en la que cae la Semana Santa.
Y es que tiene mucho que ver esa fecha con la Semana Santa (también conocida como Pascua Florida o Pascua de Resurrección); debido a que, según los Evangelios, la Última Cena de Jesucristo con los Apóstoles se realizó coincidiendo con el 14 de Nisán.

En este día, tradicionalmente las personas que profesan la religión judía realizan la cena con la que conmemoran la festividad de la Pascua; o liberación que se inicia el día siguiente.
El término Pascua está fuertemente discutida por expertos y etimólogos. Por un lado tenemos a un gran número de ellos (y el propio judaísmo) que defienden que el vocablo proviene directamente del hebreo ‘Pésaj’ cuyo significado literal es ‘pasar’ (en referencia al paso del pueblo judío por Egipto).

De ahí derivó al griego ‘pasja’ (πάσχα) y éste se transformó en el vocablo latino ‘pascae’ (ambos de exacto significado) que fue el que derivó al castellano Pascua. Por otro lado (entre ellos la RAE) señalan que deriva del latín vulgar ‘pascuum’ (lugar de pastos) el cual hacía alusión a la finalización de periodo de ayuno durante la Cuaresma.